Nunca más pude verlo, y mi corazón sediento me conduce hasta encontrarlo.
Cada día despierto, me pregunto la razón de el por qué de eso y la respuesta está en olvidarlo. Es una pesadilla en la que cada mañana pierdo la zapatilla.
(Esperando todavía que este sueño interminable acabe…)
el título esta mal escrito
ResponderEliminarVíctor moltes felicitats per el teu article, Sr Freixa!
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